Después del embarazo son muy pocas las mujeres que quedan sin ninguna huella en sus cuerpos que delate que, durante nueve meses, llevaron a un bebé en su vientre.
En mi caso, quedé con bastantes huellas. A uno como mujer
eso la afecta, pero sin duda es el precio de transformarse en algo tan
maravilloso como ser madre.
Por esto, la fotógrafa Jade Beall comenzó a registrar cuerpos de mujeres
que habían sido madres, y sin ningún retoque. El proyecto, que se transformará en
libro, pretende demostrar que la belleza de la maternidad traspasa cualquier defecto.
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Desahógate mamita!